Podrías no ser tú..., pero sí eres.
Eres tú y tus manos tibias, sedosas,
recorriendo mi cuerpo,
reconociéndome,
recreándose en mi cabello
aromado con magnolias.
Eres tú y tus besos inéditos
absorbiéndome,
y tu entrecortado aliento
humedeciéndome.
Eres tú y tu artesano pincel
esbozando sobre el lienzo
inflorescencias ambarinas
similares a mi piel.
Tú y tu cualidad de artista
imaginando mi imagen
sobre dúctil azófar,
operando a voluntad
el grabado al aguatinta,
logrando tonalidades
puras, vírgenes..., distintas.
© María José Rubiera
© María José Rubiera