Tú, él... y por toda compañía el amor.
Me temo no sea el estado perfecto
tener como único amigo
a ente tan inconstante, tornadizo,
pues si algún día decidiese
irse en pos de otras alcobas,
alojarse en otros lechos,
cobijarse en otros brazos,
ya no seríais tres sino dos:
dos seres solitarios y cansinos
haciéndole frente a la soledad,
a la indiferencia, a la apatía, al hastío...
Seríais dos gotas de agua
ajenas a la inmensidad salada,
anónimas lágrimas entre el raudal
lacrimal que por las mejillas resbala.
Sólo seríais vulpejas
excluidas de la manada,
dos lobos esteparios,
seríais tú, él... y la nada.
© María José Rubiera
© María José Rubiera
8 comentarios:
Bello y emotivo.
Un abrazo querida amiga
Un duro paso del amor a la nada, de la enajenación del amor a la locura de la soledad. Bellisimo.
Un beso.
Emotivo y doloroso. El cruel camino del desamor.
Cariños....
Si eso sucede la pareja se convierte en dignos representantes de la costumbre.
Saludos desde Japón.
Escribes con mucha emoción amiga Maria Jose,
que disfrutes el fin de semana.
un abrazo.
Que bonito María José, me gusta como escribes, como dice Ricardo, esta lleno tu poema de emotividad, felicidades amiga....Hasta siempre María José...Un beso
Amiga Maria Jose; juraría que te había enviado un comentario a esta poesía, en el que te ponía que no solo el amor inspira buenos versos como se ve en estos.
Y a demás te anunciaba que completo ya el blog “poemas” con el libro PENSAMIENTOS E INQUIETUDES; del lunes en adelante publicare en “poesías” que es el otro blog y te invitaba a que me hicieras el honor de ser seguidora de el ya que lo eres de los otro dos.
No sé que habré hecho mal para que no te haya llegado.
Besos.
Duro, pero real, este poema tuyo. Conmueve.
Y gracias por tus palabras, tan generosas, María José.
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