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viernes, 29 de julio de 2011

Quiero...

Ahora y siempre, porque te amo,
quiero abrazarme a tu cuerpo
y sentir tu corazón...
Acariciar tu alma, quiero.

Quiero perderme en tus labios
y que te pierdas conmigo
para que ambos gocemos...
Quiero perderme en tus besos.

Quiero recitarte al oído
miríadas de dulces versos...,
versos que loen al amor
y a la inefable pasión.

Los declamaré muy quedo,
como quien narra un misterio...,
para que sólo tú puedas oír
el fervor que por ti siento.

© María José Rubiera


lunes, 25 de julio de 2011

La magia del instante

La tarde va decayendo,
evidenciando la noche.
Sobre el celeste tapiz,
el claroscuro se cierne
difuminando el añil,
dándole un nuevo matiz.
Venus brilla en el poniente
con fulgurante derroche...
La mar, del cielo reflejo,
luce cual pulido espejo,
atrayendo a los luceros
para anegarlos de besos.
Y en la magia del instante
se me agolpan los recuerdos
de otro similar momento,
no muy distante en el tiempo:
Tus labios, estremecidos,
se posaron en los míos,
nuestras almas se fundieron
formando un único cuerpo...
Nos entregamos sin prisa,
cediendo el paso al silencio
para que el amor fluyera
sin ponerle cortapisas.

© María José Rubiera Álvarez

miércoles, 20 de julio de 2011

Besos

Voy a regalarte besos
de innumerables colores
y de matices diversos.
Besos de un azul celeste:
del azul que luce el cielo
cuando el Sol renace al Este.

Te seduciré con besos
dulces como el caramelo:
cremosos, garapiñados,
con sabor a higos y a trufas;
de chocolate, bañados...;
de delicias turcas, plenos.

Te enamoraré con besos
tan quedos como el silencio,
románticos y mimosos,
apasionados..., intensos.
Besos rociados con miel
y aromados con espliego.

© María José Rubiera

domingo, 17 de julio de 2011

Reflexiones

La Luna luce especial:
rojiza, extraña..., siniestra
y su arrebol evidencia
irritación manifiesta,
como si hastiada estuviera
de la cotidianeidad,
de la insufrible rutina:
gravosa monotonía
que la existencia socava,
propiciando la muerte del alma.

La Luna luce airada..., bermeja,
y su enojo me incita a reflexionar
sobre la inicua realidad,
la cual intentamos paliar
concibiendo ilusorios sueños,
edificando alienadas quimeras,
llenándola de palabras
ficticias, insulsas, inanes..., huecas.

© María José Rubiera

jueves, 14 de julio de 2011

Impredecible...

En ocasiones eres impredecible:
actúas cual ave que se sabe libre.
A veces eres como la resaca
que con ímpetu la arena arrastra...
Cual ola que impulsada por la marea
va y viene y retrocede y avanza
una y otra vez y sin permitirse tregua
acaricia y besa la playa.

A veces eres cual lluvia serena
que abandonando el celaje de las nubes
a la tierra de agua impregna
y con impúdica ingravidez la penetra
y, lujuriosa, copula con ella,
implantándole en las entrañas
la semilla de la existencia
que no es sino el renacer del alma...
En ocasiones eres tormenta
que asola cuanto a su paso encuentra.

© María José Rubiera

lunes, 11 de julio de 2011

La voz que mejor me habla...

Según dicen los entendidos
las manos también expresan
el sentimiento del alma:
las manos también relatan.

Afirman los adivinos,
expertos en quiromancia,
que en la palma de la mano
se puede leer el destino.

Muéstrame tus manos, amor...
Si bien no soy adivina
se me antoja leer en ellas
qué será de nuestras vidas.

¿A ver...? Creo que este es el Monte de Venus,
relacionado con el amor
y la capacidad afectiva...
Del erotismo, regidor.

¡Uf...! ¡No puede ser lo que leo!
Aquí dice que no me amas,
que mi amor no te interesa...
¡No...! ¡Nada de quiromancia!

Mejor leo en tu mirada:
es la voz que mejor me habla
del amor que por mí sientes...
De lo mucho que me amas.

© María José Rubiera

viernes, 8 de julio de 2011

Y con él se fue su alma...

En su torre de marfil,
donde enclaustrada se hallaba,
una preciosa doncella
al céfiro recitaba:

"Dime, estrella matutina,
¿has visto a mi amor pasar...?
Ha tiempo se fue hacia el Norte,
para nunca regresar.

Gnomos, sílfides, ondinas,
¿sabéis qué fue de su vida...?
Ha tiempo se fue a la braña,
y con él se fue mi alma.

Decidme, hermosas valkirias,
¿sabéis si aún vive mi amor...?
Ha tiempo se fue a la guerra,
y nunca más regresó.

Sin tener noticias suyas,
los años me van pasando
y se consume mi vida,
mi vida se va agostando..."

© María José Rubiera

lunes, 4 de julio de 2011

Cómo no amarte...

Nuestro amor es tan intenso
que a veces dudo si es cierto,
si será engañoso espejismo
figurado en el ensueño.

Te amo de tal manera
que hasta el más liviano roce
procurado por el viento
me trae de ti reminiscencia.

Si hasta en un ligero ruido
creo escuchar tu voz amada
que con voz entrecortada
entre suspiros me habla...

Mas, ¡cómo no amarte, mi alma,
si eres mi fiel paladín,
mi andante caballero..., mi romeo,
mi amor y mi salvaguarda!

© María José Rubiera